lunes, 5 de marzo de 2012

Gran cagada de mosca...

De repente la gigantesca y espacial Calliphora vomitoria en su patriarcal afán creador abrió su enorme orto y de el surgió como de la nada una ingente masa de apestosa mierda. Esta masa como mantenida por una mágica mano invisible vagó por el eterno e infinito espacio estelar, vagó sin un sentido, sin una dirección, sin un final. Hasta que llegó su momento, el momento en el que por una serie de mágicas causas en su interior surgió un pulular de vida, un pulular de sentimientos, un pulular de seres; seres que harían de esta masa de desecho un lugar habitable, un lugar en el que el amor, la guerra, los sentimientos, el odio, la ira, circulasen por él como por una calle estrechamente plagada de gente... La gigantesca mosca es eterna e insondable, invisible pero real, dadora de toda vida... considerada un ser asqueroso es pensada como tal...
Yo aburrido en clase de Religión, planteando el tema de la creación del mundo, elaboro mi propia teoría, una teoría de la cual saco una enseñanza y una moraleja... somos unos insignificantes bichos, unos asquerosos seres nadando en la mierda de una gigantesca mosca... pienso que mi teoría es razonable al igual que es razonable el creer que un Dios ha creado el mundo, y que este mismo mundo proviene de una fortuita explosión...
Medito y sonrío mientras mi profesor se esmera en hacer creíble la teoría de un Dios Supremo creador de todo...

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