(Emeterio Gutierrez Alvelo)
Todavía vienen a mi memoria un enjambre de recuerdos e imágenes bellas de mi infancia cuando retorno de un modo u otro a ese pueblo que, en mi niñez, me dio de mamar, cual hijo suyo se tratase. Mi mente se llena de fotografías color sepia, al pensar todo lo que tú "mi Tierra Santa" me has dado, me distes y me darás. ¡Qué dichoso me sentí aquel día, cuando en un intento de saciar mi hambre ociosa, me adentré en las redes de la información (para cuando su uso es el dicho, "informar") y me tropecé con esta pequeña joyita...
...joya que hizo que mis entrañas se estremecieran en un trémulo escalofrío, y mis ojos se convirtieran en dos bolas de un brillante y bohemio cristal!. ¡Cuántos juegos compartidos, cuántas sonrisas regaladas, cuántos cardenales y rasguños, cuántos recuerdos que para mi hoy, en esta mi lejana presencia siguen vivos dentro de mi, como si de una musa se tratase, como si hubiere cenizas de un ave fenix, que en rescoldos se encuentra!. ¡Qué bello pueblo! donde, en una convivencia casi imperceptible, contemporaneamente conviven lo antiguo y lo moderno, de modo que ambos confluyen en construcciones, no solo de interés cultural o artístico, sino que confluyen en construcciones de sueños y recuerdos. O ¿Quién no recuerda aquellas tardes en las escaleras de San Agustín, o los partidos de fútbol en sus macetas?, ¿o a quién no se le viene una sonrisa a la cara cuando piensa en esos momentos de juegos y escondites por los zaguanes de las casas, o de juegos campestres en los alrededores del Drago?, innumerables momentos que para mi son muy difíciles de recordar...
Pero al mismo tiempo que mi mente se llena de apolíneos recuerdos, lucha con las imágenes que me traigo cuando piso sus adoquines. ¿Qué pueblo es el que ahora existe?, sólo han pasado 14 años, y parece como si el reloj de arena, que hacía que andarán a la par el tiempo y la evolución, se parase y se quedase en un estanque lleno de musgo, en el que no es posible ver el fondo; como yo digo, se ha convertido en un pueblo fantasmas, un pueblo en el que la vida ya no circula por sus calles, y que como si de un grifo se tratase, se cierra a las 8 pm. O ¿Qué ha sido de esas tardes llenas de niños y de gentes?¿Qué ha pasado con las multitudinarias procesiones del encuentro?, creo que ese destartalado anciano se ha cansado de andar, si, se ha cansado de andar, y se ha sentado un rato a reposar los más de 5 siglos de vida que tiene, eso es lo que quiero creer, no quiero pensar que su muerte esta próxima. Bien es verdad que hoy día lo han adornado (macetitas, que no creo que sean lo mejor) más de lo que estaba, e incluso le han hecho alguna cirugía que otra (nuevas plazas o edificios, un "parking"), pero ¿para qué?, para que lo disfruten las cuatro personillas que quedan allí, y los cuatro extranjeros que lo visitan, para eso, ya que los edificios tendrán que ser ocupados por personas que no sean Hijos de Icod (no quiero decir que este en contra de ello), y que poco a poco ese libro abierto lleno de historias y de historia, se convertirá en una "polis", sin sentido y sin tiento.
A pesar de todo, quiero expresar mi orgullo por sentirme de donde me siento, por ser de donde soy, y por ser lo que soy y quién soy. Quiero que se mantenga viva esa llama histórica de mi pueblo, y que de nuevo, de una vez por todas vuelva a fluir por sus venas una mansalva de personas y de niños correteando, que el ave fénix resurja de sus llamas; si no una parte de mi morirá con el...
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