jueves, 16 de diciembre de 2010

Poesía secreta...


Dando vueltas y más vueltas a mi cabeza, y pensando en qué hacer en Navidad para mis padres, es decir, pensando en qué regalarles, se me ocurrió una brillante idea...hipsofacto me acordé de que existía en la mesilla de noche de mi padre, unos pequeñísimos blocs, donde mi padre en sus momentos de luz e inspiración, se sentaba en su silla plástica de la terraza, con un suculento vaso de vino del norte a componer sus pequeñas poesías...
Yo de lejos le miraba extrañado, le veía afanado y ensimismado con el bolígrafo ondulando de un lado a otro, de una mano a otra, de la mano a la cara, pasando por la boca...(vaya manera de pensar)...y en mi interior solamente surgía un sentimiento de pena, pena no por mi padre, sino pena de saber que en su poca (pero riquísima) cultura, mi padre no podría hacer esos versos con fundamento...
Pero pobre iluso de mi, pobre tonto fui. Que más da la cultura, o el tener o no tener buena ortografía...fui a su mesilla de noche, y como un sagaz ladrón robé sus amados blocs (espero que todavía no se haya dado cuenta),¿para qué?, pues para nada más y nada menos que para imprimírselos y dárselos en un precioso libro a su nombre.
Pero bueno, volviendo al momento del hurto, me paré un momento y me puse a leer, y lei y lei, y al tiempo, mientras yo transcribía sus notas ya viejas y rumbrosas, una sensación de vergüenza y pesadumbre se hacía más grande en mi...!nunca había visto tanta belleza¡, tanto amor, tanta pasión, tanta vida plasmada en un papel, tanta enseñanza escondida entre cadritos de bordes azules...

Solo quiero decirte desde aquí...muchas felicidades...como dices tú, poeta se nace no se hace...
Gracias por una vez más enseñarme desde el silencio...